Meditar en tu centro (hara). Osho
- masajecalifornianokaizen
- 4 ago 2019
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Actualizado: 5 ago 2019
Hara 原, traducido letra a letra, significa “vientre”. A esta parte del cuerpo se la puede también denominar abdomen o fukubu (腹部). También podemos llamarle onaka (おなか) una expresión infantil y popular que quiere decir “barriga” y que significa literalmente “centro noble”. El hara marca, a grandes rasgos, toda la región que va desde el estómago al bajo vientre. Igual que nosotros, distinguen el estómago, (胃 [i] en japonés), y la zona por debajo del ombligo, kikai (気海). Kikai o también seika no Itten, seika tanden, ka tanden o Tanden (丹田) inferior significa “océano del Ki” y, asociada al término tanden, designa el punto situado a unos cinco centímetros más abajo del ombligo. (1)
Tanden / Hara es el reservorio de energía del cuerpo, el punto focal de meditación y acción en el mundo (carta de El Carro, número VII del Tarot). Es Fuego y aire e inicio de todas las manifestaciones artísticas, sublimes y guerreras. “Es el nexo entre lo físico y lo metafísico, entre lo psíquico y lo metapsíquico; es el lugar donde la Vida universal deviene en vida existencial dentro de cada hombre. En lengua japonesa el Hara tiene un significado mucho más amplio. Este término significa el centro de la fuerza física y espiritual. También siendo el centro de nuestro cuerpo material, en el Hara viene dada un alma y es el centro de toda vida, el centro por el que todo ser tiene la posibilidad de consolidar su personalidad, su yo. Esta consolidación se lleva a cabo en un primer momento a partir de los factores constitutivos de lo físico, que son ya de por sí mismos una expresión de la personalidad. De ahí que el término harakiri, que textualmente se traduce como “cortar el vientre”, tenga un significado mucho más profundo, pues en realidad se interpreta como la extinción de la energía, de la fuente misma de vida.
El objeto de todos los ejercicios preparatorios, de apariencia gimnástica o más específicos del Aikido – conocidos como aikitaiso- constituye la “recuperación” del cuerpo para volverlo capaz de sentir, reaccionar para así vivir en el “aquí y ahora”. El maestro de tiro con arco Kenran Umeji tenía por costumbre invitar a sus alumnos a tocar los músculos de sus brazos cuando tensaba el arco. Sus alumnos podían entonces comprobar que sus músculos estaban perfectamente distendidos. Si cualquiera de ellos expresaba su sorpresa a este respecto, el maestro se echaba a reír diciendo: “El principiante es el único que trata de tensar el arco con su fuerza muscular; yo lo hago simplemente con Ki “. Ki, o sea, con la fuerza universal, de la que participamos en nuestro Ser esencial. Con el Hara hay que aprender a sentirla, y a dejarla venir, al contrario de como se hace con la fuerza movida por la voluntad, la fuerza del “hacer”. (2)

Meditación en Hara según Osho:
CUÁNDO: Por la noche, antes de dormir / por la mañana al despertar.
DURACIÓN: 10-5 minutos.Concentra la energía en el Hara, el punto que está cinco centímetros por debajo del ombligo. Ese es el centro por el que uno entra en la vida y es el centro por el que uno muere y sale de la vida. Por tanto, es el centro de contacto entre el cuerpo y el alma. Si sientes una especie de desplazamiento de izquierda a derecha y no sabes dónde está tu centro, esto indica simplemente que no estás más en contacto con tu Hara, así que tienes que crear ese contacto.
PRIMER PASO: LOCALIZA EL HARA:
Acuéstate en la cama y pon tus dos manos 5 cm. debajo del ombligo, presionando un poco.
SEGUNDO PASO: ¡RESPIRA PROFUNDAMENTE!
Empieza a respirar profundamente. Sentirás cómo ese centro sube y baja con la respiración. Siente toda tu energía allí como si te estuvieras encogiendo y existieras allí solamente, como un pequeño centro, como una energía muy concentrada.
TERCER PASO: ¡CÉNTRATE MIENTRAS DUERMES!
Quédate dormido mientras lo haces; eso servirá de ayuda. Entonces, el centrarse persiste toda la noche. Una y otra vez, el inconsciente va y se centra ahí. Entonces, a lo largo de la noche, sin que tú lo sepas, tendrás de muchas maneras un contacto profundo con el centro.
CUARTO PASO: CONECTA OTRA VEZ CON EL HARA:
Por la mañana, cuando despiertes, sobretodo no abras los ojos. Pon otra vez tus manos en la zona, presiona de nuevo, empieza a respirar, siente el Hara nuevamente. Haz esto durante 10-5 minutos, y luego te levantas.
Si haces este ejercicio cada noche, cada mañana, en un plazo de tres meses empezarás a sentirte centrado. Es muy esencial sentir tu propio centro; de otro modo nos sentimos fragmentados, no integrados. No es más que un rompecabezas, muchos fragmentos y no una gestalt, no un todo: es un mal asunto, porque sin un centro, una persona puede demandar pero no puede amar. Sin un centro tú puedes seguir haciendo cosas rutinarias en tu vida, pero no puedes ser creativo, vivirás al mínimo; el máximo no será posible. Sólo al centrarnos vivimos al máximo, en el cenit, en la cumbre, en el clímax, y ésa es la única forma de vivir la vida de verdad. Por ejemplo, habrá menos pensamientos, porque la energía no se irá a la cabeza, se irá al Hara. Cuanto más pienses en el Hara y más te concentres allí, más encontrarás una disciplina natural. Cuanto más atento estés al Hara, menos tendrás miedo de la vida y de la muerte, porque este es el centro de la vida y de la muerte. Una vez logras sintonizar con el centro del Hara puedes vivir valerosamente. El valor sale de allí: menos pensamientos, más silencio, menos momentos descontrolados, disciplina natural, valor y arraigo, un enraizarse a la Vida sin temor a la Muerte. (3)
Bibliografía:
(1) Extracto ampliado de “Hara, Centro Vital del Hombre”, Karlfried Graf Dürcckheim (2) Extracto de “Aikido un arte marcial, acceso a otro modo de ser” de André Protin (3) Fuente: CENTRARSE EN EL HARA (Osho)

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